Comercio exterior

Situación y previsiones económicas de Panamá

Panamá es una economía pequeña (4,2 millones de habitantes y un PIB nominal de 52.938 MUSD en 2020) y de renta media (PIB per cápita de 12.373 USD en 2020) que experimentó un crecimiento muy intenso en las dos anteriores décadas (6% anual en promedio, la mayor tasa de toda Latinoamérica), lo que le permitió alcanzar un virtual pleno empleo durante varios años de la década pasada. Esta positiva evolución alcanzó su punto máximo en 2011 y 2012 con unas tasas de crecimiento interanual del PIB del 10,9% y del 10,8% respectivamente, para irse moderando continuamente, mostrando una clara senda de desaceleración, que culminó con una fuerte caída del PIB en 2020 (-17,9%) por los efectos de la estricta estrategia de lucha contra la pandemia del COVID-19. La privilegiada posición geoestratégica ha facilitado una tradición del país como centro/hub internacional de bienes, servicios, personas y capitales y, por ende, de comercio, banca y logística determinando una estructura económica peculiar en Panamá, que cuenta así con 10 potentes motores de crecimiento específicos como son el Canal y toda la actividad conexa (incluidos los puertos), la Zona Libre de Colón, el turismo y los servicios aeroportuarios y el Centro Bancario Internacional, a los que se unió en la década pasada el intenso crecimiento de la construcción pública y privada.

Efectivamente, desde el punto de vista de la oferta, durante la última década hay dos sectores que claramente han llevado la delantera en el crecimiento económico del país: construcción y logística. El primero incluye inversión pública en infraestructuras (la ampliación del Canal, el metro, el aeropuerto de Tocumen, y proyectos de infraestructura vial, de agua y energía), así como proyectos inmobiliarios privados, mientras el segundo está muy relacionado con la actividad del Canal de Panamá y la Zona Libre de Colón. Este impulso es fruto de la estrategia de los dos gobiernos anteriores (Martinelli y Varela) que apostaron por la integración internacional y por la modernización de sus infraestructuras, a través de un ambicioso programa de inversiones públicas. El impulso fiscal a través de la inversión pública y el elevado crecimiento económico logrado fue, no obstante, compatible con un entorno económico relativamente estable además, en el que, por un lado, la inflación bajó hasta el 0,9% al final de 2017 y,se mantuvo en 0,8% en 2018; y, por otro lado, dicho dinamismo económico trajo consigo una caída del desempleo, que tan sólo en 2018 se empezaba a deteriorar hasta el 6,5%. Sin embargo desde el año 2019, en el que Presidente Cortizo comienza su mandato apostando por la restricción presupuestaria y la austeridad, se venía observando síntomas de agotamiento del modelo de crecimiento, y a la ralentización del crecimiento económico mencionada (3% en 2019) se unía una caída de la inflación a -0,4%, una caída de las importaciones (-5%) y un aumento del desempleo hasta el 7,15%. A esta situación de clara ralentización de la economía (visualizada sobre todo en el sector de construcción, y en el de finanzas en menor medida) se ha venido a sumar los efectos de la pandemia del Covid-19 y de sus duras estrategia de lucha que llevaron a que el país registrara la cuarta tasa más alta de caída del PIB en 2020 en el mundo. La inflación siguió en tasas negativas del -1,2% y el desempleo se situó por encima del 18% y la informalidad de la economía superó el 52%, mientras que la estrategia de lucha derivó en un déficit de más del 10% del PIB en 2020 y la deuda pública superó el 69% del PIB (partiendo del 46,8%). De cara al 2021, el Gobierno presentó un presupuesto con un déficit del 7,5% del PIB, una caída del 15% en los ingresos totales en comparación al presupuesto del 2020 y un crecimiento del 5,1% en los gastos (5,1% los corrientes y -2,3% los de capital).

Panamá es un país netamente importador de casi todo tipo de productos, incluyendo materias primas, combustibles, bienes de equipo (para proyectos) y también en la década pasada había aumentado las importaciones de bienes de consumo gracias al mayor ingreso disponible. Por todo ello, su balanza por cuenta corriente es estructuralmente deficitaria. En 2019, este déficit alcanzó el 5% del PIB, financiado fundamentalmente por el superávit de las cuentas de capital y financiera (fundamentalmente IDE en sectores como banca, transporte, minería y energía). La entrada en operación en junio de 2019 de la Mina de Cobre de Panamá, y la consiguiente exportación de cobre por valor de unos 2.000 MUSD anuales, hace prever una reducción del desequilibrio por cuenta corriente. A pesar del aumento del endeudamiento público gracias a la elevada inversión pública en los últimos años, el peso de la deuda con respecto al PIB se mantenía estable alrededor del 42%. Sin embargo, a consecuencia de la pandemia se ha producido un incremento espectacular en la ratio deuda/PIB, hasta niveles próximos al 70% del PIB, y ya se ha solicitado modificación de la citada ley para modificar el techo del déficit fiscal, hasta ahora fijado en el 3,5% y aumentarlo en 2020 hasta el 10% y en 2021 hasta el 7,5%, dibujando un escenario diametralmente opuesto al previsto. Con todo, las previsiones para 2021 estiman crecimientos del PIB entre el 8% y el 12% sin embargo difícilmente Panama recuperará el nivel de PIB de prepandemia antes de 2023.

Las previsiones para 2021 coinciden en apuntar en un significativo crecimiento del PIB (8-10% según Ministerio de Economía, 12% según FMI, 13% según EIU, 12% según CEPAL, 9,9% según Banco Mundial o 9% según Fitch) como rebote parcial ante la fuerte caída del 17,9% del PIB en 2020, confiando en que los elementos de incertidumbre (asociados a la pandemia del COVID y sus efectos económicos regionales y mundiales) se vayan despejando. Tras este rebote se espera una convergencia hacia una tasa de crecimiento anual entre el 3%(EIU) y el 5% (FMI).

La inflación se espera que se mantenga contenida en 2021 entorno al 0,1% (FMI) y el 1,6% (EIU) para después ir convergiendo a una tasa entorno al 2,2% (EIU) o 2% (FMI), mientras que la tasa de desempleo se considera que irá reduciéndose (13% en 2021 y 9% en 2022 según EIU; 10,1% en 2021 y 9,1% en 2022 según el FMI). Se estima que con la vuelta al crecimiento económico retornarán los déficits a la cuenta corriente de Panamá (-3,9% del PIB en 2021 y -3,7% del PIB en 2022 según el FMI, o -2,6%en 2021 y – 3,4% en 2022 de acuerdo al EIU. En cual al déficit presupuestario, el FMI considera que el Gobierno respetará la senda fijada (-7,4% del PIB en 2021 y -4% en 2022) mientras que EIU considera que en 2021 podrá cumplir (-7,1% del PIB) pero a partir de 2022 se desviará (-5,4% del PIB).

FUENTE: ICEX (Oficina Económica y Comercial de España en Panamá, 2021).

Informaciones Sectoriales

Principales sectores de la economía en Panamá

SECTOR PRIMARIO

Panamá es una economía eminente y crecientemente terciaria, y en consecuencia, la aportación del sector primario al PIB es muy reducida y decreciente, alcanzando apenas el 2,2% en 2019, del cual más del 85% se corresponde con las actividades agropecuarias, mientras que la pesca apenas aporta un 0,3% del PIB. No obstante el sector primario empleaba antes de la pandemia más de 275.000 personas, es decir 14,4% de la población ocupada. Por el contrario en 2020 el peso sector primario ha aumentado notablemente hasta representar 2,7% del PIB pues, por un lado ambas ramas de actividad han aumentado su producción, la agropecuaria un 3%, y la pesca un 12,2%, pero sobre todo porque dicho crecimiento se produce en un entorno de desplome de la actividad económica generalizada y del resto de sectores que llevaron a una caída del PIB de casi el 18%. Agricultura, ganadería, caza y silvicultura: representa 2,4% del PIB en 2020 y 1,9% del PIB 2019 vs 2,2% del PIB en 2014. La producción nacional principal es de cereales/granos como el arroz, maíz o frijol y no cubre la demanda interna, por lo que hay que importar la diferencia. Estos rubros tienen la característica que una parte significativa de la producción se realiza empleando técnicas de producción rudimentarias realizados en forma manual. Las frutas como el banano, la piña, el plátano, el melón, la sandía y el café son productos agrícolas cultivados que además de cubrir la demanda local, generan excedentes para exportar. Existe otro grupo de productos que generan productos derivados como en el caso del tomate, caña de azúcar y la palma africana por citar los más importantes, en donde existe una industria nacional que procesa algunos de sus derivados que tienen participación en el comercio exterior, tanto en las exportaciones como en las importaciones. En la ganadería predomina el ganado vacuno, y el porcino en menor medida pero la producción es claramente insuficiente para atender mercado doméstico. Pesca: Representa el 0,4% del PIB en 2020 y 0,3% del PIB en 2019 vs 0,7% del PIB en 2014. Como principales actividades de este subsector destacan las exportaciones de pescado fresco y refrigerado, camarones y otros productos el mar. Los productos pesqueros y crustáceos han sido los principales capítulos de exportación de Panamá a España hasta la entrada en funcionamiento de la mina de cobre en 2019.

SECTOR SECUNDARIO

El sector secundario representó un 27,9% del PIB en 2019, si bien en 2020 su peso se desplomó hasta el 22,6% del PIB como consecuencia de la fuerte caída de la construcción durante la pandemia (-52%), que representaba dos terceras partes de la producción y la mitad del empleo del sector secundario. Industria Manufacturera: En los últimos años el sector ha perdido importancia relativa (del 6,3% del PIB en 2011 al 5,7% en 2019 y 2020), sobre todo por la pérdida de competitividad del sector frente a las importaciones (carne, pescado, lácteos, azúcar…), y por la reducción en la producción de materiales para la construcción (cemento, cal, yeso, hormigón) ante la significativa caída del sector, pasando a representar un porcentaje muy pequeño dentro del sector secundario. Con todo, esta industria emplea aun a más de 145.000 trabajadores (7,5% de la población ocupada). 6 Electricidad, gas y agua: En 2019 esta categoría representó el 1,9% del PIB, aumentando hasta el 2,3% del PIB en 2020 ya que los consumos cayeron en menor medida (-5,8%) que el resto de la economía. Se trata de sectores intensivos en capital físico por lo que apenas emplean al 0,5% de la población ocupada (entorno a 10.000 personas). Construcción: es la actividad más importante del sector secundario en Panamá y uno de los principales motores económicos de Panamá en la segunda década de este siglo, llegando a representar más del 18,3% del PIB en 2018. En 2019 su peso se venía reduciendo al 17,9% del PIB, pero como consecuencia de una caída del 52% en la pandemia en 2020 su importancia se redujo hasta el 10,9% del PIB. Paralelamente esta rama de actividad que en 2019 empleaba a 172.877 personas (9% de la población ocupada) tuvo que suspender de trabajo a más de 44.000 trabajadores. Minería: este sector aumentó su peso en el PIB desde el 1,9% en 2018 al 2,4% en 2019 y 3,6% en 2020 como consecuencia de la entrada en funcionamiento, y las exportaciones, de la Mina de Cobre de Panamá en Donoso, que ha permitido que en 2020 este sector sea, junto con el sector primario y los servicios públicos, los únicos que han aumentado su producción (34%). Este sector intensivo en capital apenas emplea unos 7.000 trabajadores.

SECTOR TERCIARIO

El principal sector de la economía panameña es, con diferencia, el terciario, ya que aporta aproximadamente el 68,3% del empleo y cerca del 69,6% del PIB (68,7% en 2020 por la fuerte caída de los sectores de comercio y hostelería). Panamá aprovecha las ventajas comparativas que tiene para diferenciarse estructuralmente del resto de las economías iberoamericanas, basándose, junto con la construcción e inmobiliario, en una economía de servicios. El sector terciario tiene tres pilares: a) la actividad comercial , gracias en parte a la Zona Libre de Colón (que aporta entorno al 5% del PIB), b) el sector marítimo y logístico, catapultado por el Canal, y c) el sector financiero con su Centro Bancario Internacional. Comercio al por mayor y al por menor, representó el 18,4% del PIB en 2019, y el 18,3% del PIB en 2020, siendo no solo la rama de actividad de mayor peso sino la que mayor población emplea (casi 350.000 personas o 18,2% de la población ocupada en 2019 previo a la pandemia, si bien durante la pandemia más de 86.000 trabajadores vieron su trabajo suspendido). La relevancia de este sector, como se ha mencionado, viene asistida por la existencia de la Zona Libre de Colón (ZLC), creada en 1948, que opera como una institución autónoma desde 1953, y que se erige como la zona franca más grande del continente americano (y la segunda en el mundo tras Hong Kong). Las principales mercancías importadas y rexportadas en la ZLC son teléfonos móviles, calzados, medicamentos, neumáticos, perfumes, cigarrillos, textiles, joyería, portátiles, televisores, licores, etc…, que se importan de todo el mundo (aunque los principales orígenes son China, EE.UU, y Vietnam), para ser luego reexportado al resto de América Latina. En 2019, el valor de sus reexportaciones alcanzó los 9.814 millones de dólares (9,2% menos que en 2018) y sus importaciones sumaron 8.655 millones de dólares (1.117 millones de dólares menos que el año anterior). En el año 2020, principalmente como consecuencia de la pandemia las reexportaciones se redujeron un 22% y las importaciones un 23%. No obstante, en los últimos años se venía ya observando una disminución notable del comercio debido especialmente a los problemas económicos que atraviesan sus principales clientes en Latinoamérica, y a una pérdida de competitividad (su infraestructura está desactualizada). Transporte, Almacenamiento y Comunicaciones, representó en 2019 el 11,8% del PIB, y 13,9% en 2020, empleando a casi 145.000 trabajadores en 2019 (7,5% de la población ocupada) pero de los cuales 16.250 personas vieron su trabajo suspendido en 2020. Obviamente, este sector viene plenamente influenciado por la existencia del Canal de Panamá, pero también por la actividad que genera las Zona Libre de Colón y zonas libres de otros usos (como las de petróleo y la de gas), la ampliación de los puertos, y el incremento del tráfico aéreo a través del aeropuerto internacional de Tocumen. El Canal de Panamá, inaugurado en 1914, es la infraestructura más importante del país y punto convergente de muchas de las principales rutas de comercio internacional, y desde 2016, año en que se completó su ampliación, permite el paso de los buques neopanamax de mayor capacidad, incrementando notablemente el tonelaje que cruza el canal cada año. Así en el año fiscal de 2020 transitaron por el Canal 13.369 buques con 7 475 millones de toneladas. Los ingresos del Canal en el año fiscal de 2020 sumaron $3.443M. La contribución directa e indirecta del Canal a la economía panameña se estima en 5,2%PIB y aportó $1.824M al Estado en 2020. Actividades Financieras y de Seguro, aportó en 2019 el 6,1% del PIB, aumentando en 2020 al 7,5%, al reducirse su actividad (-1,5%) de forma notablemente menor que el resto de la economía. Empleó a 46.500 trabajadores en 2019, de los cuales unos 1.800 vieron su contrato suspendido por mor de la pandemia. El Centro bancario Internacional ha sido uno de lo más dinámicos del continente, si bien los problemas de reputación y su inclusión en las listas de paraísos fiscales de GAFI y de la UE ha provocado la salida de varios bancos internacionales. La rama Inmobiliaria, muy vinculada a la construcción, aportó en 2019 el 6,9% del PIB, si bien con la pandemia se redujo hasta el 5,9% en 2020, y emplea unos 14.000 trabajadores. Aparte de estas ramas de actividad, llama notablemente la atención el fuerte ascenso del peso de la administración pública en la economía, ya que venía sistemáticamente aumentando desde el 7,7% del PIB en 2019 al 8,9% en 2019, para dispararse al 12,3% del PIB en 2020, al ser el sector no solo más protegido en la pandemia, sino que tuvo que aumentar su actividad en la parte sanitaria lógicamente. La administración emplea unos 300.000 trabajadores.

FUENTE: ICEX (Oficina Económica y Comercial de España en Panamá, 2021).

Acuerdos económicos bilaterales con terceros países

Desde su incorporación en la OMC, Panamá concluyó una red de Tratados de Libre Comercio, entre los que destacan el Tratado de Promoción Comercial (TPC) con Estados Unidos y el Acuerdo de Asociación de Centroamérica con la Unión Europea (AdA) cuyo pilar comercial entró en vigor el 1 de agosto de 2013.

Panamá posee otros TLC vigentes con Canadá, Chile, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, México, Perú, Singapur, Taiwán, Corea del Sur e Israel, los dos últimos firmados en 2020. Además, forma parte del TLC entre los Estados Centroamericanos y los Estados AELC (Islandia, Liechtenstein, Noruega y Suiza) y mantiene acuerdos comerciales de alcance parcial con Colombia, Cuba, Israel, República Dominicana y Trinidad y Tobago.

Antes de la elección de Cortizo en julio de 2019 como nuevo presidente, estaba en negociación un ALC con China de alcance parcial. No obstante, Cortizo mantuvo durante toda la campaña electoral una actitud reticente a la firma de nuevos acuerdos pues consideraba que que Panamá no había salido beneficiada de los ya existentes. Una vez en el cargo, el TLC de China quedó suspendido y el gobierno actual insiste en mantener en su agenda la revisión y actualización de algunos de los acuerdos ya existentes, fundamentalmente en el capítulo agropecuario en el que entiende que Panamá ha quedado en una posición de desventaja.

Por otro lado, Panamá suspendió en enero de 2015 las negociaciones de un TLC de alcance completo con Colombia debido a las medidas proteccionistas impuestas en 2013 a la importación de textiles y calzado procedentes de la Zona Libre de Colón, conflicto que ambos países dirimen en un largo litigio ante la OMC, como se mencionaba antes. Este TLC sería necesario para solicitar la adhesión a la Alianza del Pacífico (Perú, Colombia, Chile y México) donde Panamá tiene únicamente status de observador.

FUENTE: ICEX (Oficina Económica y Comercial de España en Panamá, 2021).

Zonas económicas especiales

  1. Zona Libre de Colón
    Decreto de ley 18 del 1948 reformada por la ley 7 de 2016 “Reorganiza la Zona Libre de Colón y dicta otras disposiciones”.
    Sitio web: www.zolicol.gob.pa
  2. Ciudad del Saber
    Decreto ley 6 de 1998 Por el cual se aprueba el contrato entre el estado y la fundación Ciudad del Saber para el establecimiento y desarrollo de la Ciudad del Saber.
    Sitio web: ciudaddelsaber.org
  3. Zona Franca de Barú
    Ley 19 de 2001 Que crea un régimen fiscal y aduanero especial de zona franca turistica y de apoyo logistico multimodal en Barú.
    Sitio web: www.zfb.gob.pa
  4. Panamá Pacífico
    Ley 41 de 2004 Que crea un régimen especial para el establecimiento y operación del área económica especial Panamá-Pacífico, y una entidad autónoma del estado, denominada agencia del área económica especial Panamá-Pacífico.
    Sitio web: www.app.gob.pa

Regímenes económicos especiales

  1. Ley SEM:
    https://sem.gob.pa/ . Ley 41 de 2007. Instalación de sedes de empresas multinacionales (SEM) en Panama.
  2. Ley EMMA:
    https://propanama.gob.pa/es/EMMA . Ley 159 del 31 de Agosto de 2020. Empresas multinacionales para prestación de servicios relacionados con la manufactura.
  3. Ley Agroparques:
    https://propanama.gob.pa/es/Agroparque Ley 196 de 2021. Régimen especial para el establecimiento de empresas operadoras y desarrolladoras de agroparques.
  4. Las Asociaciones Público-Privadas.
    https://www.gacetaoficial.gob.pa/pdfTemp/28864_B/74982.pdf
    Reglamentada el 31 de diciembre de 2020. Funcionan mediante un contrato a largo plazo que se lleva a cabo junto con la entidad a la que se le aplique el proyecto y la entidad del sector privado en el que se responsabiliza de forma total o parcial al inversionista de la construcción, explotación, operación y mantenimiento del activo público, asumiendo de forma responsable cualquier riesgo que pueda seguir durante la ejecución, salvo con excepciones, debidamente reglamentadas, que pongan en riesgo el interés público y viabilidad del proyecto.
  5. Residente Permanente en calidad de Inversionista Calificado.
    https://mici.gob.pa/uploads/media_ficheros/2021/03/20/decreto-ejecutivo-722.pdf
    El cual modifica Ley No. 3 de 22 de febrero de 2008 y fue modificado por Decreto Ejecutivo No. 26 de 2 de marzo de 2009.
    Los inversionistas recibirán una residencia permanente en Panamá al hacer una inversión con fondos de origen extranjero en los siguientes conceptos, que se mantenga por un mínimo de 5 años.

Oportunidades de negocio: Mercado e inversión

MERCADO

Panamá es un mercado pequeño de 4,2 millones de habitantes, que registra el segundo PIB per cápita más alto de todo Latinoamérica (15.731 en 2019 según Banco Mundial), sólo por detrás de Uruguay, y que de acuerdo con la definición del Banco Mundial es un país de ingresos altos. El principal centro de negocios es la capital, que concentra el 80% del PIB y centraliza la actividad industrial y la prestación de servicios. Otras zonas económicas de importancia son el eje canalero (la conexión entre Panamá y Colón), donde se sitúan los principales puertos del país y el groso del sector logístico.

Panamá es un país abierto al comercio internacional y a la inversión extranjera. Aunque no existen grandes restricciones al comercio, sí existen algunas medidas proteccionistas que se materializan en el establecimiento de aranceles y cuotas de importación para productos sensibles, que en la mayor parte de los casos recaen sobre productos agropecuarios. Los aranceles se imponen en la mayoría de los casos sobre el valor CIF de la mercancía, si bien existen también ocasiones en los que se imponen por cantidad, peso, tamaño o volumen. Las tarifas arancelarias pueden variar desde 0% para los productos no protegidos al 33%. No obstante, debe destacarse que los productos provenientes de España pueden acogerse al Acuerdo de Asociación entre la Unión Europea y Panamá, que ofrece ventajas arancelarias para un amplio rango de productos. Las importaciones también están sujetas al impuesto sobre la transferencia de bienes y servicios (ITBMS), que grava la transferencia de bienes muebles y la prestación y se asemeja al IVA español. Existen ciertos productos exentos: alimentos, medicamentos, bienes inmuebles, compra/venta de valores, servicios de salud, transporte público y las exportaciones desde Zona Libre de Colón.

INVERSIÓN

  • Sector Logístico: Panamá es el nodo logístico más importante de la región y una plataforma integral de servicios de transporte y logística.
  • Sector Turismo: insertándose en la ruta turística de la región Caribe/Centroamérica con la mejora de la conexión vía puertos y aeropuertos y las campañas publicitarias internacionales. Existe una ley de Incentivos Turísticos que favorece la inversión en este sector. No obstante, el potencial de crecimiento de este sector está muy condicionado a la evolución del Covid-19 en la región.
  • Obras Públicas: se puede abrir una nueva ventana de oportunidades en concesiones con la nueva Ley sobre APPs aprobada a finales de 2019.
  • Sector Energético: Debido al crecimiento de la demanda de la energía eléctrica y los efectos del cambio climático sobre la generación hidroeléctrica (55% de la matriz energética aproximadamente) se precisa un aumento y un cambio de la capacidad de generación instalada. La Secretaría Nacional de Energía busca diversificar la matriz energética incorporando el gas 37 natural y convertirse en el hub gasístico de Centroamérica. Puede haber oportunidades en el ámbito de generación fotovoltaica. Otra oportunidad es la interconexión con Colombia, que conllevaría su integración en la SIEPAC, en fase de estudio desde hace años.